El presente manual te ayudará a tener un mayor conocimiento en el manejo del
programa. Te será de gran apoyo cuando lo leas y reflexiones con detenimiento,
después de haber entendido “Cómo pasar de un valor a un hábito”, y el “Manual
de Instrucciones”. Te sugerimos leerlo cuando tengas una duda o cuando pienses
que has caído en la rutina. Al ser un trabajo para personas, te conviene releer
ideas que se te pudieron haber escapado, y de esta manera podrás encontrar
nuevas razones y maneras de llevar a cabo el team back semanal con tu familia.
Te ayudará tener siempre en mente que todo el material de la página, busca
educar el autocontrol, necesario para vivir los hábitos buenos que se proponen,
que a su vez ayudan a adquirir el autocontrol.
¡Comencemos!
Recuerda que para pasar de un valor a un hábito bueno hay que implementar tres
elementos inseparables (Lee el documento “Cómo pasar de un valor a un hábito”,
que está dentro de la barra de menú principal):
- Poner intenciones buenas al hacer las cosas: MOTIVACIÓN.
- Asimilar los principios a través de la REFLEXIÓN.
- Llevar a la práctica los valores, realizarlos a base de CONSTANCIA EN PEQUEÑAS METAS.
Hábitos buenos = Motivación + Reflexión + Constancia en pequeñas metas = Carácter
Todo este proceso acompañado de un
BUEN AMBIENTE.
La experiencia de más de 10 años en la aplicación de este sistema, nos enseña
que lo más difícil de poner en práctica son las metas. Como ya se ha dicho, y se
seguirá diciendo, para que el valor se vuelva un hábito, principalmente es con
base en su práctica
todo el día y todos los días, a través de
las metas. De aquí
la importancia de que las elijas y se vivan. Es lo más importante y lo que más
trabajo implica. Por eso en el Team Back semanal, te sugerimos trabajar primero
la meta.
A continuación, te hablaremos sobre cada uno de estos aspectos. Te brindamos
ideas concretas para que lo lleves a la práctica de la mejor manera posible con tu
familia:
1. MOTIVACIÓN
- Haz ver a tu familia que, entre más alta, es decir, más trascendente sea la
finalidad que buscan al vivir las metas, se harán personas más buenas y
mejores. La finalidad más alta es el amor por los demás, el deseo de
servirles.
- Cada meta va acompañada de un para qué, lo cual ayuda a tener un motivo
noble para vivirla y evitar quedarse sólo en cumplirla. Se puede colocar
visualmente en sitios estratégicos dentro del hogar y comentarlo. Cuando
con una buena intención se logra, hay más fuerza en la vivencia de la meta.
- Lo que más motivará a sus hijos, es que ustedes, como padres de familia,
vivan la meta.
- Conviene, también, que los motiven con modelos cercanos a ellos que los
impulsen a ser mejores personas, tendrán que identificarlos según la edad
de sus hijos: deportistas, personajes, personas que sean conocidas en la
comunidad, etc.
- Si han cumplido la meta, hazlos consientes de la alegría que se tiene al
haberla superado. Diles ¿apoco no se sienten más contentos?
- Evita los concursos: donde hay un premio o un castigo, no se forma; sí
puedes dar reconocimientos, que es distinto. Más que competencia,
fomenta la solidaridad y la colaboración mutua.
- Una clave importante es que logres que tu familia comprenda que la
felicidad es un proceso interior que se trabaja personalmente, nadie externo
puede dársela. Su felicidad no depende de los demás: la clave de la
felicidad está en su interior. Es necesario que esto se los repitas una y otra
vez, porque obsesivamente el ser humano tiende a buscar la felicidad fuera
de sí mismo y, por muchos que sean los esfuerzos, no la encontrará por el
simple hecho de que no está ahí. Concientízalos sobre que lo que cada uno
realice con respecto a su persona, es lo que al final le brindará la
satisfacción deseada, nunca es bueno que se comparen con los demás.
2. REFLEXIÓN
- Es importante que tu familia tenga conocimiento de los hábitos buenos, sus
ventajas y cómo se adquieren, pero más importante es que lo entiendan, lo
asimilen y lo hagan propio. Y esto se logra a través de hacerlos reflexionar,
que se pregunten el por qué y para qué de lo que hacen.
- Asimilar es que comprendan lo que aprenden, lo incorporen a sus
conocimientos previos y sepan aplicarlo a la vida.
- La inteligencia se forma cuando aprenden a pensar. Como padres de
familia tienen que guiar a sus hijos para que reflexionen, hacerlos pensar,
más que “echarles rollos”.
- Aprender a pensar supone el desarrollo de distintas habilidades como: la
reflexión, comprensión, análisis, síntesis, resolución de problemas, toma de
decisiones, coherencia lógica, capacidad de abstracción, creatividad,
previsión, imaginación. Todas estas habilidades permitirán que sus hijos
desarrollen el pensamiento lógico, y les ayudará a ordenar, clasificar y
aplicar la información que han adquirido.
- Detecta algunos factores que les den entrada o les motiven al cambio, pero
además dales razones que los guíen hacia la reflexión. Hazles ver que
NECESITAN cambiar los malos hábitos por buenos, las costumbres
insalubres por hábitos saludables si quieren ahorrarse problemas, poder
tener más éxito en la vida, poder formar una bonita familia y una comunidad
justa, solidaria y con paz.
- Cuida que intervengan todos los miembros de tu familia en el proceso de
reflexión.
- La reflexión la puedes propiciar mediante testimoniales, detonantes,
lecturas, videos, entre otros, y mediante los documentos que te
proporcionamos a lo largo de SVD Familias felices.
3. CONSTANCIA EN PEQUEÑAS METAS:
- Para que consigan que sus hijos hagan vida un hábito bueno, ya sea de
salud-deporte, valores o amor, además de la intención trascendente de
haber entendido y asimilado su conocimiento, es imprescindible que lo
practiquen continuamente a través de las metas CAM (Concretas,
Accesibles y Medibles), hasta que lo vivan con gusto, fácilmente y bien
realizado.
- Ten siempre presente que lo importante y lo más difícil es mantener la
constancia y la perseverancia por muchos años, ambas cualidades poco
comunes entre los latinos. Por ello, conviene que empieces por metas más
sencillas y accesibles, para que las alcancen fácilmente y tu familia se
anime a continuar en su esfuerzo, recordando el refrán: “Más vale paso que
dure y no trote que canse”.
- Es fundamental que ACUMULES las metas, siempre las tendrás que ir
sumando hasta que ya las vivan ordinariamente y sin mucho esfuerzo.
- Les ayudará mucho para la constancia que logren pequeñas victorias, y
para esto tienen que plantear metas CAM: concretas, accesibles y
medibles, tal como te sugerimos en SVD Familias felices. Concretas, para
que sean sencillas y claras a la hora de que las pongas en práctica, que no
sean ambiguas ni generales, que luego les resulte difícil de vivirlas;
accesibles, para que las puedan sacar adelante con un pequeño esfuerzo,
y vean que no es “tan difícil” vivir los hábitos buenos, portarse bien: por eso
es importante que sepas frenar los ímpetus iniciales; y medibles, para que
te sea más fácil evaluarlas, y poder saber si las vivieron o no. Te aclaramos
que concreta, accesible y medible no quiere decir lentamente, sino poco a
poco. Después podrás ir más rápido, pero no en los inicios. Un símil podría
ser el de la persona que con muy poca condición física y nada de fuerza
llega a un gimnasio: tiene que adquirir poco a poco y con constancia ambas
condiciones; si se le pone demasiado peso en los aparatos, además de que
no va a poder, se puede lastimar y no regresará. Si persevera, no un mes
sino muchos, al final tendrá una muy buena condición y fuerza.
- Al inicio de la meta los sentimientos se les llenarán de entusiasmo. Por eso,
parte del papel que tienes como padre de familia será saber serenar los
ánimos, para que luego no se lleven una decepción mayor; siempre
háblales con claridad: el esfuerzo por vivir la meta no es fácil sostenerlo,
tendremos que ir poco a poco y tardaremos tiempo. Por ello es necesario
que al momento de que plantees las metas, éstas sean sumamente
pequeñas y realistas, para que logren victorias y, a través de ellas,
satisfacciones y alegrías. De esta manera sus hijos se darán cuenta que no
es tan difícil el esfuerzo por el nuevo hábito y que vale la pena esforzarse.
Así lograrán la constancia en pequeñas metas, ya que a los sentimientos
les agrada el sabor de estos triunfos, y temerán menos a los pequeños
esfuerzos.
- Es fundamental que tengas paciencia; tienen que pasar muchos meses de
esfuerzo para que tu familia desarraigue el vicio y adquiera el hábito bueno
que desean. Con paciencia y con constancia llegarán lejos. Los avances del
hábito bueno o valor vivido los tienes que medir, mínimo, cada trimestre,
por eso es mejor que mantengas el hábito de salud-deporte, valores o
amor, por un buen período de tiempo: de tres a seis meses (acumulando
distintas metas y variando las razones semanales).
- Si lo desean, pueden redactar metas propias para la familia, que sean
CAM: Concretas, Accesibles y Medibles.
4. BUEN AMBIENTE
- Para que logres la constancia en tu familia, es importante que quites los
obstáculos que pudiera haber, como: el choteo o la burla a adquirir hábitos
buenos, a la meta o a la razón; evita que se haga un mal ambiente al
respecto; al contrario, que esté bien visto portarse bien y vivir los valores,
ser mejores.
- Entre los hijos se pueden ayudar a cumplir la meta, de manera que
haciendo equipo para vivirla se favorezcan mutuamente a mantener el buen
ambiente.
- Como padre de familia, debes ser más positivo que amenazante; animar,
más que regañar.
- Infunde optimismo y esperanza: Cree que tú y tu familia pueden vivir la
meta.
- Necesitas poner en juego toda tu creatividad para complementar el material
sugerido.
REFLEXIONES SOBRE OTROS TEMAS IMPORTANTES:
1. VALORES
- En el tema de valores, es muy significativa la decisión de qué valor vas
elegir, pues trabajarás en él por un periodo largo. Es importante que tomes
en cuenta que al desarrollar un buen hábito se desarrollan muchos más
simultáneamente, pues el proceso de adquisición del hábito que recorrerás
con tu familia implica esfuerzos y cambios positivos en su persona y en la
dinámica familiar.
- En el momento que comuniques el valor a tu familia, involúcralos para que
aporten sus ideas sobre qué significa el valor, de cómo se vive día a día y
cómo vive una persona que lo ha adquirido.
- Presenta el valor de manera atractiva y convincente, ya que muchas
personas tienen prejuicios con ciertos términos que te conviene explicar de
manera más atractiva. Por ejemplo, que sean conscientes del daño que les
ocasiona el no vivir el valor, y la cantidad de beneficios que obtendrán si lo
tienen. Todo esto es para que se convenzan de la necesidad de vivir ese
valor: confronta la definición del valor y el antivalor; que saquen una lista, lo
más larga posible, de pros y contras de vivir ese valor, y que lo anoten en
una hoja para retomarlos y repasarlos cada mes; y si lo creen conveniente,
los amplíen.
- Como padre de familia, debes ser un guía para que tu familia distinga entre
los bienes falsos o efímeros, y los bienes verdaderos y honestos, para esto
te ayudará hablar de los antivalores (disciplina vs caos), como te
mencionamos en el punto anterior.
- El conocimiento está relacionado con el pensamiento y con la acción.
Cuanto más conocimiento tenga tu familia del valor, será más rico su
pensamiento y su ejecución más eficaz. Y en cuanto más practiquen el
valor, lo entenderán cada vez mejor.
- Una vez que hayan elegido el valor, plantéales grandes ideales y proyectos
que se generan/ganan con ese valor, por ejemplo: ser agentes de cambio,
transformar el mundo, que sus familiares y amigos estén contentos, ser
felices y hacer felices a los demás. Que no se queden sólo con la meta.
2. COMPLEMENTAR LA VIVENCIA DE LOS HÁBITOS BUENOS EN EL TRABAJO CON LOS DISTINTOS PROGRAMAS DE SVD:
- Te compartimos que SVD tiene distintos programas que son
complementarios. El objetivo es que desde tu familia puedas influir en
toda la comunidad que te circunda en la vivencia de los hábitos buenos,
y así puedas contribuir a mejorar la sociedad. Estos programas están en
el Home de SVD:
- Escuelas saludables y con valores.
- Trabajadores en plenitud.
- Deporte con salud y valores.
- SVD Aulas alumnos solidarios y felices.
- Te animamos a que los promuevas. Todos se manejan con los mismos
principios de metas, razones, team back, etc. Lo que serían distintas son
las metas para: escuela, trabajo, deporte o aulas. Y lo que se viva en un
ambiente, reforzaría lo que se hace en el otro y viceversa.
- De esta manera todo el día y todos los días practicarán los hábitos
buenos, con lo que los adquirirán en menos tiempo y con más facilidad.
3. EVITAR COMPARACIONES Y COMPETENCIAS:
- Haz ver a tu familia que cada persona es diferente, por lo tanto, no se
pueden comparar: El proceso de adquisición de un hábito bueno se vive
de manera personal. Enseñarles a conocerse, aceptarse y mejorarse es
clave para que realicen con éxito este proceso. Que comprendan que cada
uno tiene sus posibilidades y limitaciones, por lo que no es saludable entrar
en competencia, pues la comparación, quererles ganar a los demás, no les
generará bondad sino vicios, y muchas veces los peores vicios.
- Que sus hijos entiendan que el consumismo les impide ser felices, porque
genera envidia y eso los lleva a la insatisfacción, y a que no sean felices
porque “el otro me gana”, y eso les genera más consumismo, y así entran
en un círculo vicioso que podría parecer interminable.