DEFINICIÓN Y DESCRIPCIÓN DE VALORES



Moderación


Moderación: Evita el exceso

Definición:Acción y efecto de moderar. Cordura, sensatez, templanza en las palabras o acciones. Templar, ajustar o arreglar algo, evitando el exceso: moderar las pasiones, la velocidad… Sobriedad, que carece de lo superfluo; dicho de una persona que no está borracha (RAE).

Lema: Evita el Exceso.

El autocontrol capacita para actuar con MODERACIÓN, sin dejarse llevar sólo por el placer de las actividades propias de la conservación, que desde el fondo mueven con fuerza a la persona, y que otorga placer al hecho de alimentarse, beber, reproducirse y mantenerse en actividad. Cuando no se moderan estas fuerzas, la persona se autodestruye y queda esclavizada a las adicciones, al sobrepeso, al consumismo, a la actividad desenfrenada, a la enfermedad, a los caprichos. Más bien hay que evitar el exceso y saber disfrutar lo bueno de la vida.

Lo más importante de la moderación es que capacita a la persona para amar, para ser solidaria, para ayudar a los demás, para trabajar por la justicia y la paz, superando el egoísmo y el individualismo que corrompen y hacen infeliz a las personas.

La moderación como hábito:

Los hábitos buenos, como la moderación, son hoy y siempre indispensables para evitar tantas tendencias desordenadas de la sociedad de consumo que nos envuelve y tiraniza. No se puede no consumir. Si no consumiéramos bienes o servicios, nos moriríamos: de hambre, de frío, de sed... Pero una cosa es emplear determinados bienes y otra, muy distinta, hacer de esos bienes –y de los placeres que ordinariamente proporcionan– la razón de ser de la existencia. El consumismo, bien se sabe, representa una enfermedad social corrosiva, como una epidemia, en nuestro tiempo. Una enfermedad que a todos nos ataca y que, si no desarrollamos un adecuado sistema inmunológico, nos destruye: se ve con claridad en las enfermedades causadas por el sobrepeso, preocupación nacional con repercusiones económicas fuertes; el alcohol y la droga que son una de las principales causas de adicciones, muertes y de incapacidades en el mundo; las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos precoces y no deseados, los problemas demográficos en Europa, donde muchos países ya tienen más muertes que nacimientos y una población envejecida; tenemos también fuertes problemas ecológicos generados por el consumo desordenado de las personas.

Cuando se adquiere un hábito bueno, se adquieren simultáneamente los demás, porque están muy ligados unos con otros. La condición es que se adquiera de forma estable, poco a poco, hasta lograr vivirlo de manera natural como algo propio. Si nos proponemos vivir la moderación con todas las fuerzas, evitando la dispersión con otras metas, estamos fomentando varios hábitos buenos.
El estar satisfechos con la vida, así como la felicidad, pueden ser difíciles de lograr si ponemos nuestros objetivos sólo en conseguir tener más y mejores medios materiales, como suele ser el ideal en una sociedad consumista y cambiante, en donde por fin conseguimos algo que deseábamos, ya queremos otra cosa porque es más nueva, más moderna, tiene más funciones, etc. Por eso, es necesario hacer conscientes a las personas que la felicidad no depende de la acumulación de bienes materiales o de placeres, y de ahí la prioridad para alcanzar la moderación por encima de otras realidades que se antojan más agradables, sabemos además, que vivimos en medio de un mundo y una sociedad compuestas por personas sin autocontrol, lo que no facilita nada el alcanzar este valor de la Moderación.

La Moderación y el Autocontrol

La moderación es un componente fundamental del autocontrol, y ambos nos ayudan a ser dueños de nosotros mismos, usando la comida, la bebida y el placer sexual con orden, sin excesos, lo que nos hace personas sanas, alegres, con paz y serenidad. Son equilibrio y la recta medida en todo. Tiene autocontrol aquella persona que no se excede en toda actividad en la que su naturaleza la inclina fuertemente por medio de las pasiones, que son buenas cuando están moderadas.

Autocontrol es señorío. La persona que, de acuerdo con la razón, sabe mantenerse en todo momento en esa recta medida, va desarrollando una libertad interior con respecto a los diversos placeres corporales, que termina por conferirle a todo su comportamiento una notable dignidad y grandeza. Mientras que, en sentido contrario, la persona que no se sabe controlar, vive esclavizada por sus impulsos y, más temprano que tarde, hace su conducta más o menos repugnante a la convivencia diaria: qué desagradable es vivir con alguien egoísta, que sólo piensa en su comodidad y placer. El no ser moderado, provoca irracionalidad, precipitación en el juicio, debilidad de carácter, flojedad, egocentrismo, sentimentalismo, agresividad e incluso brutalidad.

El autocontrol modera la tendencia al bien inmediato. Al perfeccionar esta tendencia, perfecciona también los sentimientos: amor, odio, deseo, tristeza, gozo, etc., ordenando estas realidades al recto orden de la razón. El autocontrol y la moderación son la salvaguardia de la persona, pues es muy difícil para el destemplado vivir acciones prudentes que le evitarían muchos problemas en la vida.



Explicación de la Moderación:

En las personas hay tres tendencias vitales: primero, las que llevan a la conservación; en segundo lugar, se encuentra la verificación personal que impulsa al dominio y la valoración ante uno mismo y los demás; por último, el perfeccionamiento que incita la curiosidad, el afán de conocer.

Y precisamente la moderación nos capacita para actuar equilibradamente, sin dejarse llevar sólo por la pasión y el placer propio de las actividades del instinto de conservación, la verificación o el perfeccionamiento. Para esto, la moderación nos ayuda a ser mesurados en la alimentación, a través de una nutrición sana; modera la bebida -principalmente la alcohólica- y evita las adicciones. Orienta el modo de compartir la sexualidad, la intimidad y las relaciones personales para saber amar; y, finalmente, nos lleva al cuidado y la conservación de la salud.

La pasión es buena cuando se usa para alcanzar metas que ayudan a la conservación, a valorarnos o al perfeccionamiento. La moderación no significa limitación, contención, represión, estrangulamiento, freno o cerrojo… Es más bien armonía, orden; integrar lo que está desintegrado en el interior de la persona; por ejemplo, entiendo que tomar alcohol en exceso no es bueno ni saludable; sin embargo, tomo de más: algo está desintegrado. Por lo que, hay que lograr un equilibrio entre la razón y las pasiones para evitar el exceso; un orden con sentido en la vida; como una crianza: cultivar, educar, medir, mesurar, autocontrolar.



Por lo anterior, podemos decir que la moderación no se agota solamente en el mero bajar la cantidad de comida, de bebida o del ejercicio. Más bien, gracias a la moderación podemos lograr una vida sana y feliz, ahorrarnos muchas complicaciones y gastos, evitar esclavizar al cuerpo, que es el peor de los tiranos. La moderación lleva a tener en las manos el dominio y el empleo de muchas energías que nos ayudan a la conservación, porque cuando estas fuerzas salvajes se independizan, se escapan de control y esclavizan.

El primer efecto de la moderación es hacer al hombre dueño de sí mismo, que no quiere decir debilitar la fuerza de las pasiones ni desarraigarlas, sino ordenarlas; por ejemplo, la sexualidad sana no significa destruir la potencia sexual, ni la sana nutrición significa no gozar de la comida o bebida. La moderación, que es parte del autocontrol, significa evitar el exceso. Es el valor por el cual empezamos a darnos cuenta de cuáles son nuestras necesidades reales y que van, por tanto, alineadas a nuestro bienestar y desarrollo, y cuáles son imaginarias y producto de los deseos inagotables que nacen del instinto de conservación desordenado. Desde la moderación se manejan de manera adecuada los recursos, evitando tanto los excesos como las carencias. La moderación es parte de lo que se llama inteligencia emocional, imprescindible para saber manejar las emociones y evitar dejarse llevar sólo por ellas; a tener conciencia de la realidad y un punto de vista objetivo: “no todo gira en torno a mí”; a la flexibilidad: la vida está llena de cambios, hay que adaptarse; al manejo del estrés; a tener tolerancia ante la frustración: capacidad de seguir adelante, pese a las dificultades y fracasos.

Vicios contrarios a la moderación:

a) por defecto se da, la destemplanza. No tener medida en el exceso de cualquier tipo de placeres. Es la persona débil: incapaz de negarse una satisfacción, sabiendo que le es dañina. Esclava de su cuerpo. Exceso en los afectos, caprichos y en el uso de las cosas. Desorden, alteración en las palabras y acciones, falta de moderación.

b) por exceso está la extinción de los deseos, la persona que ha eliminado todo gozo, propio de algunas religiones de oriente. Y en occidente las personas exageradas que ven mal cualquier tipo de placer, o las que por enfermedad no pueden tener ciertos placeres.

Ponemos algunos ejemplos para que se entiendan:

1. La persona moderada es la que se alimenta sanamente, tanto por la cantidad y calidad de sus alimentos. Desayuna antes de iniciar sus labores, come alrededor de una hora fija al medio día, y cena un tiempo antes de dormir, toma una colación saludable, si es necesario. Toma las porciones de carbohidratos, proteínas, grasas y verduras que necesita, sin dejarse llevar todo el día por antojos, comida chatarra, dulces, etc. Es una persona sin sobrepeso, con mucha energía, sana y capaz de estudiar o trabajar, feliz.

• La persona destemplada come todo el día golosinas, comida chatarra, refrescos, se llena de cosas que no le nutren y no come verduras y los alimentos que le dan mejor vida. Tiene sobrepeso u obesidad. Le da flojera hacer las cosas y opta por una vida más sedentaria. Empezará a tener problemas de salud y le esperan limitaciones, gastos y sufrimientos.

• Las personas que por alguna enfermedad no pueden darse algunos tipos de placeres: los alcohólicos que no pueden probar nada que tenga alcohol o los diabéticos que no pueden comer cosas dulces, etc. Hay otras personas que ven como malo los placeres que proporciona la comida, o algunos tipos de bebidas.

2. La persona moderada es libre y no esclava de su cuerpo, de sus instintos, por lo que lleva una vida sana, feliz y productiva. Es capaz de gozar lo bueno de la vida, de formar una familia unida donde hay amor y preocupación por los demás. Es capaz de tener un trabajo e ir progresando en su nivel de vida. Actúa de manera moderada y va así forjando hábitos buenos y saludables, que le hacen llevar una vida plena. Por lo que evita todas las adicciones y conoce los grandes males que provocan en la vida; sabe respetar su cuerpo y el de los demás, evitando hacer mal uso del sexo, por las graves consecuencias que esto trae: enfermedades de trasmisión sexual, embarazos precoces o abortos, uso de pastillas o sustancias que evitan el embarazo y dañan a la mujer, etc.

• La persona destemplada es esclava de su cuerpo y de sus instintos, y aunque sabe el daño que le causan las adicciones (alcohol, droga, pornografía, uso irresponsable del sexo, juego, uso de internet, etc.) no tiene la fuerza para liberarse de esas cadenas, y descuida su familia, sus amistades, sus estudios o trabajo, su salud, su sueño, etc. No es feliz, aunque lleva una vida de placeres, pero sin alegría y con una tristeza profunda, y va complicando la vida a los demás, porque sólo piensa en ella y trata a las demás personas para sus intereses: las acaba usando. Siempre tiene problemas económicos, llegando a robar o a hacer sufrir a los suyos para seguir con sus adicciones.

• El otro defecto, cuando no hay buena moderación, es la persona que no sabe gozar lo bueno de la vida, se la pasa encerrada y es aburrida. Suele estar a solas y ella misma satisface sus necesidades, parece que no necesita de nadie.

3. Para tener una buena salud es necesario ser una persona moderada, equilibrada, ordenada en sus hábitos de vida. La persona moderada cuida dormir entre 7 y 8 horas por la noche, hace ejercicio o deporte, evita el sedentarismo, se baña diariamente y lava sus manos antes de cada comida y después de ir al WC, se lava los dientes después de las comidas, cuida sus posturas y toma bebidas naturales, cuidando así su buena hidratación. Esta persona, llena de energía, trabaja sin estar cansada, llega a hacer más cosas con menos desgaste, difícilmente se enferma, está más alegre y supera mejor las dificultades de la vida.

• La persona destemplada es desordenada en su vida, se desvela con frecuencia y anda con sueño todo el día; se la pasa tirada en la cama cada vez que puede, no tiene tiempo ni energía para hacer deporte, llevando una vida más sedentaria; no cuida mucho la higiene ni las posturas que van desfigurando su columna vertebral. Va por la vida cansada sin energía para estudiar, trabajar, o para superar las dificultades de la vida. Es más propensa a enfermarse, a estar irritable y no se aguanta ni ella misma, menos a los demás.

• En el otro extremo, también exagerado, está la persona que es esclava de la dieta, del deporte, a lo que le dedica todo su ser, y es lo único que le preocupa. Es maniática de la limpieza y de la pulcritud, y esta preocupación le lleva a sufrir y le impide gozar las cosas buenas de la vida.

Valores relacionados con la Moderación:

Nutrición sana: Nutrir es aumentar la sustancia del cuerpo por medio del alimento, reparando las partes que se van perdiendo por el trabajo del organismo. Esto se hace principalmente por medio del alimento. La comida nos ayuda a subsistir y a estar nutridos, sin embargo, cuando nos excedemos o no cuidamos la calidad, lo convertimos en algo negativo para nuestra salud y para nuestra persona.

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Nutrir es aumentar la sustancia del cuerpo por medio del alimento, reparando las partes que se van perdiendo por el trabajo del organismo. Esto se hace principalmente por medio del alimento.

La comida nos ayuda a subsistir y a estar nutridos, sin embargo, cuando nos excedemos o no cuidamos la calidad, lo convertimos en algo negativo para nuestra salud y para nuestra persona. Existen muchos males causados por el abuso de la comida como la obesidad, la diabetes, la bulimia, anorexia, etc. Por ello, es importante comer siempre con moderación, tener nosotros el mando para que la comida no sea la que nos controle. ¿Te ha pasado que al comer de más te duele el estómago y cuando comes menos también? Es porque debes encontrar el equilibrio o moderación empezando por la comida. El nutrirse sanamente no es simplemente renunciar a unos alimentos, sino ganar en libertad con respecto a los antojos.

La nutrición sana se refiere también al control del placer que proporciona el alimento. Es obvio que para subsistir todos necesitamos comer. De aquí que esté dispuesto sabiamente en la naturaleza que el cumplimiento de esa exigencia vaya acompañado de un gran placer. Pero también es obvio que, para que se realice de modo sano, ese placer debe de ser moderado: evitar el exceso. El desorden en este punto conduce a trastornos en los hábitos alimenticios, con graves consecuencias no sólo para el individuo, sino sobre todo para su salud. Pensemos cómo nuestro país ocupa uno de los primeros lugares mundiales en obesidad, y cómo cada día más niños pequeños padecen de ese mismo mal por causa del descuido de los adultos, sea intencionado o no: hay una falta de conocimiento en la forma de comer saludable.

Pensemos, también, en todos los malestares asociados al sobrepeso: diabetes, enfermedades del hígado, trastornos digestivos, hemorroides, cáncer de colon, padecimientos cardiacos, hipertensión, deformación de los huesos. Resulta muy fácil adquirir productos llenos de azúcar y grasas, compuestos en su mayor parte por carbohidratos engordadores que sin fijarnos los compramos por la facilidad de adquirirlos o consumirlos.

Saber comer es moderación para no quedar con hambre, ni tampoco sentir que ya no podemos comer más, evitando que nuestra ingesta sobrepase o se quede corta a la cantidad necesaria. Cuando comemos sanamente es para que podamos sentirnos bien física y mentalmente, si no, no podemos hacer bien nuestro trabajo, estamos de malas y nos sentimos débiles. Teniendo en cuenta que la comida es un medio para estar bien y poder vivir, pero de esto no puede depender toda nuestra felicidad.

Vicios contrarios a la nutrición sana:

a) Por exceso del buen hábito, el ayuno: del que descuida las comidas y que llega a perjudicar a la salud.

b) Por defecto del buen hábito, la gula: un comer de más que ordinariamente suele manifestarse de formas diversas: por la cantidad que ingiere, por la voracidad con la que comen o por la frecuencia: come todo el día.

Ponemos a continuación algunos ejemplos para que se entiendan mejor:

1. La persona que tiene una nutrición sana: disfruta de la comida sin necesidad de llegar al hartazgo, cuando la ocasión lo amerita sabe disfrutar un buen platillo, y suele comer de todo sin melindres o caprichos.

• La que sufre de gula: come en exceso sin importar sentirse mal y sus consecuencias. O invierte gran cantidad de tiempo y recursos en los alimentos. La que sólo come lo que le gusta y a la hora que se le antoja.

• La que ayuna: descuida las comidas, se obsesiona por una figura muy delgada y no come lo necesario para alimentar su cuerpo. Algunas otras producen el vómito después de comer para no engordar, y lo ocultan a sus seres queridos.

2. La persona que practica la nutrición sana: tiene buenas costumbres alimenticias, es capaz de comer con orden y a sus horas, se sirve la cantidad de alimento adecuada y evita desperdiciar la comida.

• La que practica la gula: come fuera de horarios y durante todo el día. No cuida la cantidad de alimento que ingiere. Se pierde el control y come con pasión, con voracidad.

• La que ayuna: por un falso sentido del ahorro, prisa o falta de organización, descuida alguna de las comidas, o las realiza mal, contentándose con cualquier cosa.

3. La persona con nutrición sana: come de manera saludable, combina correctamente los grupos de alimentos en sus comidas y evita comer en exceso refrescos, dulces, comida chatarra, etc.

• La persona con gula: gasta de más en los alimentos. Suele ingerir principalmente comida chatarra, o comer sólo por antojo. Todo el día está pensando en lo que va a comer.

• La persona que ayuna: come sólo lo que le gusta, o lo que no engorda, o hace sus propias dietas según su criterio, sin consultar con algún especialista, llegando a la anemia.




Evitar adicciones: La adicción es la dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico. Dependencia es la necesidad compulsiva de alguna sustancia (como alcohol, tabaco o drogas) o actividad (como Internet, juego, deporte) para experimentar sus efectos o calmar el malestar producido por su privación. El resultado es una disminución en la calidad de vida del afectado y su familia.

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La adicción es la dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico. Dependencia es la necesidad compulsiva de alguna sustancia (como alcohol, tabaco o drogas) o actividad (como Internet, juego, deporte) para experimentar sus efectos o calmar el malestar producido por su privación. El resultado es una disminución en la calidad de vida del afectado: generando problemas en su trabajo, en sus actividades académicas, en sus relaciones sociales y/o en sus relaciones familiares o de pareja. La neurociencia actualmente considera que la adicción a sustancias y a comportamientos comparten las mismas bases neurobiológicas. Además del consumo de sustancias psicoactivas, existen adicciones a procesos como la adicción al sexo, la adicción al juego (ludopatía), la adicción a la pornografía, la adicción a la televisión, al deporte, la adicción a las nuevas tecnologías (tecnofilia), al celular (nomofobia) y la adicción al Internet. Aquí está la importancia de ser moderado, tener autocontrol en todas estas realidades para no caer en estas dependencias de la que es muy difícil salir.

Desde tiempos inmemoriales y en casi todas las civilizaciones ha habido algún tipo de bebidas o sustancias que, por sus peculiares efectos en el organismo y en la conducta de las personas, requieren de una especial moderación. El que evita las adicciones es el que conoce su capacidad en cada tipo de bebida y deliberadamente no la sobrepasa. También regula otros placeres parecidos como, por ejemplo, el que producen el tabaco, bebidas poco saludables, el café y otros estimulantes parecidos.

Hay material abundante y es de sobra conocidas las nefastas consecuencias que dañan a cientos de millones de personas en el mundo por el desorden en la bebida, tabaco y drogas: cirrosis; accidentes de tráfico, que llevan a la discapacidad o la muerte; cáncer de pulmón; adicciones a la mariguana, cocaína y drogas sintéticas… Alcoholismo; y un sinnúmero de efectos que vienen por distintas bebidas poco saludables o estimulantes. Cuántas tragedias en la vida de millones de personas en todas las épocas suceden cuando se pierde el uso de las facultades por el alcohol y la droga. Sólo hay una vida y es una pena echarla a perder por estas vivencias.

Vicios contrarios al evitar adicciones:

a) Por exceso está el abstemio: que no toma bebidas alcohólicas.

b) Por defecto:

• la embriaguez: perturbación pasajera producida por la ingestión excesiva de bebidas alcohólicas; exaltación y pérdida de la conciencia;

• la drogadicción: acción por la que se ingiere sustancias o preparados de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno.

• Falta de moderación en el uso de los medios de comunicación, el juego, el deporte, etc.

Pondremos algunos ejemplos:

1. La persona que evita las adicciones: en una fiesta le proporcionan bebidas alcohólicas y sólo toma lo que sabe puede aguantar para no llegar a la embriaguez, o cuando le ofrecen droga se niega a tomarla. Se suele juntar con personas que piensan de la misma manera, ya que no es fácil aguantar la presión de “los amigos”.

• La persona ebria, sobrepasa sus propios límites para embriagarse cada vez que le ofrecen alcohol, que muchas veces va acompañado de la droga u otros estimulantes a los que no podrá resistir.

• El abstemio: evita tomar alcohol a toda costa sin un motivo serio, considerándolo un mal en la sociedad y en las personas. Es un poco extraño y no tiene amigos con los que se divierte sanamente.

2. La persona que evita el exceso es quien se divierte sanamente en las fiestas, con las bebidas justas y las expresiones de júbilo de la persona con una alegría profunda, no sólo dada por el alcohol, droga u otros estimulantes. No toma café en horarios que afectan el sueño, o el fumador que procura medir el consumo de tabaco, estando libre de esa dependencia.

• La persona ebria o drogadicta: vive el engaño de vida placentera y desinhibida que conlleva el alcohol o la droga: estar en fantasía, alterando artificialmente el cerebro, huyendo de un mundo al que luego regresará en peores circunstancias. Fuma, toma en exceso café o estimulantes, sin importar el riesgo a su salud.

• La persona abstemia: no sabe gozar lo bueno de la vida, y huye de las relaciones sociales por miedo al ambiente. Es el puritano que se escandaliza de las acciones de los demás, ante las costumbres de otros, aunque sean sanas.

3. La persona que evita adicciones: es la que sabe usar el Internet, la televisión, el celular o gadget, o el deporte de manera moderada, sabiendo sacar las cosas buenas, pero sin convertirse en esclavo de estas realidades que son muy atractivas y nada fáciles de saber controlar.

• La persona que no evita adicciones todo lo hace en exceso: está conectada al Internet, la televisión casi todo el día y no puede dejar para nada sus aparatos, o hace demasiado deporte, ejercicio, descuidando su trabajo, familia o estudios.

• El abstemio: es la persona que no usa para nada los medios de comunicación, ni practica el deporte. Son pocas las personas que caen en este extremo, que no es bueno ni deseable.




Saber amar: La persona es mucho más que un cuerpo, hay algo misterioso y grande detrás de cada cuerpo que vemos, es alguien tan especial que no hay dos iguales en todo el mundo. Cada persona merece respeto y nadie la debe explotar o usar para su beneficio propio. Las personas desean amar y ser amadas. Este amor es mucho más que jugar con el cuerpo, verlo, tocarlo o unirse a él, por el sólo placer que se siente en ese instante, y que puede degenerar en una adicción. Pensemos en el amor de unos padres por sus hijos, en la ayuda y apoyo que pueden prestar los hermanos, abuelos, parientes o amigos, que siempre se agradece mucho y que nos da alegría y seguridad.

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La persona es mucho más que un cuerpo, hay algo misterioso y grande detrás de cada cuerpo que vemos, es alguien tan especial que no hay dos iguales entre los más de siete mil millones de personas que habitan la tierra: hasta las yemas de los dedos son diferentes. Cada persona merece respeto y nadie la debe explotar o usar para su beneficio propio, tiene unos derechos que nadie se los puede quitar. Y cuando se abusa de esto se cae en hechos tan lamentables como ha sido la esclavitud, el abuso sexual de niños inocentes, la aniquilación de personas como hicieron los nazis o los ingleses con los indios, el acoso y abuso sexual en los lugares de estudio, trabajo o en la calle, gente que cae en la prostitución obligada por las circunstancias o como esclavas sexuales, etc.

Las personas desean amar y ser amadas. Pensemos en el gran porcentaje de las canciones que hablan de amor, de un amor que hace feliz a las personas, y como las palabras se quedan cortas, se convierte en canción o poesía. Este amor es mucho más que jugar con el cuerpo, verlo, tocarlo o unirse a él, por el sólo placer que se siente en ese instante, y que puede degenerar en una adicción. Pensemos en el amor de unos padres por sus hijos, en la ayuda y apoyo que pueden prestar los hermanos, abuelos, parientes o amigos, que siempre se agradece mucho, y que nos da alegría y seguridad. Cuando alguien abusa de una persona, muchas veces se hace a base de mentiras o aprovechándose de sus necesidades, le quita su dignidad, su autoestima, se siente usada, se le daña para siempre en sus afectos más profundos y puede acarrear consecuencias graves: enfermedades de trasmisión sexual, embarazos precoces o abortos, uso de pastillas o sustancias que evitan el embarazo y dañan a la mujer, etc. Habrá que preguntarse: ¿Veo en mi cuerpo lo que me hace valer ante los demás? Cuando lo que te hace valer más son tus valores, tu cuerpo lo usan y lo desechan cuando ya no les sirve o se aburren.

Saber amar es el valor que tiene como cometido hacer que el lenguaje de los sentimientos, pasiones y afectos por los que se manifiesta la sexualidad, se integre en la persona de manera que pueda relacionarse libremente, entregándose a los demás, sirviendo a los demás, y no usarlos para su provecho. Ser conscientes que se tiene un instinto que impulsa al placer sexual y es fundamental para la preservación de la especie humana, que está en extinción, y que, si no hay autocontrol y se modera, puede autodestruir a la humanidad, como ya se está viendo en Europa, donde la mitad de los países tienen más muertes que nacimientos y su población sólo crece el 5% por nacimientos autóctonos, y el resto por la inmigración.

Para saber amar, se requiere de autocontrol del instinto sexual, como se requiere la moderación en la nutrición sana, en el evitar adicciones, en el cuidado de la salud y de cualquier otro exceso para que no nos dañe, no haya autodestrucción. Y si se logra la moderación poder saber amar a las personas, como a mí me gustaría que me amaran.

Vicios contrarios al saber amar:

a) Por exceso está: el recato o reservado en exceso.
b) Por defecto está: la lujuria, un deseo desordenado o excesivo de placer sexual.

Pondremos algunos ejemplos para que se entienda mejor:

1. La persona que sabe amar tiene dominio sobre sus sentidos y es capaz de manifestar su cariño de manera delicada y respetuosa, sin buscar sólo su placer. Evita la curiosidad y el morbo en los medios de comunicación o en los lugares donde se mueve.

• La persona lujuriosa es quien se recrea en anuncios impúdicos, mira lujuriosamente a las mujeres, tiene con frecuencia conversaciones morbosas, no puede ver decentemente a sus seres queridos, y luego pasa que muchos abusos de niñas y de niños vienen principalmente por los mismos parientes.

• La persona recatada en exceso es quien evita hablar de cualquier tema que tenga que ver con la sexualidad. Evita mirar y tratar a las demás personas. Se escandaliza con mucha facilidad ante el ambiente.

2. La pareja de amigos o de novios que saben amar, deciden abstenerse de tener relaciones sexuales hasta el matrimonio: sabiendo su valor como personas, no como objetos de un placer que tiene muchas consecuencias, por respeto al que vaya a ser su cónyuge y no llegar a formar una familia con un cuerpo marchito y usado por todos.

• Las personas lujuriosas son quienes fomentan la promiscuidad y usan el sexo indiscriminadamente con cuanta pareja tienen, sin saber controlar sus instintos, cosa que sí saben hacer muy bien los animales.

• La persona reservada en exceso es quien no tolera el contacto físico con los demás. Exagera con un trato distante.




Cuidado de la intimidad y elegancia: Parte importante de saber amar es la intimidad y la elegancia. La intimidad es una zona interior íntima y reservada de una persona, de una familia o de un grupo. Lo íntimo es lo más interior. Saber amar es compartir lo más íntimo, por eso es importante no exponer la intimidad, tanto del cuerpo como del espíritu, a todo el mundo, cosa ahora muy común que se publica en las redes sociales todo lo que se hace, perdiendo toda intimidad al mostrar las partes del cuerpo, nuestros pensamientos y sentimientos.

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Parte importante de saber amar es la intimidad y la elegancia. La intimidad es una zona interior íntima y reservada de una persona, de una familia o de un grupo. Lo íntimo es lo más interior, se dice de una amistad muy estrecha, o lo que se hace en la intimidad. Saber amar es compartir lo más íntimo, por eso es importante no exponer nuestra intimidad, tanto del cuerpo como del espíritu, a todo el mundo, cosa ahora muy común que se publica en las redes sociales todo lo que se hace, perdiendo toda intimidad al mostrar las partes del cuerpo, nuestros pensamientos y sentimientos. Se expone lo que se quiere vender o regalar, y se pueden robar o tomar lo que mostramos, perdiendo nuestra autoestima o la buena fama. Se requiere de moderación y autocontrol para evitar la vanidad que muestra y la curiosidad que busca, y nos quiten lo más íntimo y valioso que tenemos, tratándonos como objetos en lugar de que nos amen.

Todo esto tiene que ver también con la elegancia: que es lo dotado de gracia, nobleza y sencillez. Lo bien proporcionado. Se dice de una persona que tiene buen gusto y distinción para vestir, que revela refinamiento. Lo contrario es lo zafio, que se dice de una persona grosera o tosca en sus modales, carente de tacto en su comportamiento, con modos de ser corrientes y vulgares, que se están imponiendo entre las personas y generan violencia, lo contrario a la paz, a la justicia y al amor verdadero, que todos quieren y desean. En la sencillez propia de la elegancia empiezan la solución a varios de los problemas actuales.

Muchas veces se expone la intimidad con afán de ganarle a otros, y las comparaciones generan envidias y éstas, insatisfacciones que quitan la felicidad. Tu felicidad no puede depender de lo que los demás opinan de ti, sino de ser una persona con valores, que sabe amar y respetar a los demás, que tiene autocontrol para vivir feliz, libre de la opinión de los demás, que sabe trabajar, se prepara académicamente para mejorar en la vida y las ventajas que esto lleva consigo. El atraer a los demás mostrando mi intimidad y perdiendo la elegancia es pedir que me usen, para luego desecharme. Lo valioso es la sencillez; la modestia: no querer aparentar lo que no tengo o presumir lo que sí tengo; evitar dejarse llevar por el orgullo, sentirme superior a los demás, dejarse llevar por la vanidad.

Vicios contrarios al cuidado de la intimidad y elegancia:

a) Por exceso: estaría la timidez, ser apocado.
b) Por defecto: el exhibicionismo para llamar la atención y lo vulgar

Pondremos algunos ejemplos para que se entiendan mejor:

1. La persona que guarda su intimidad, tiene un modo de vestir elegante y atractivo, adecuado al lugar y ocasión, y evita prendas reveladoras porque es sabedora de su dignidad y evita parecer sólo un objeto de placer. Sabe a quién abrir su intimidad y afectos, y no con cualquier persona extraña. Es la persona que sabe escuchar, opina oportunamente, evita hablar mucho de sí misma o de lo que hace, es discreta y modesta.

• La persona tímida es la que se viste de manera recatada en exceso, llevando al extremo una imagen poco atractiva. Es incapaz de conversar. Es una persona que es demasiado tímida en el trato.

• La persona exhibicionista y vulgar que no es consciente de su dignidad, se presta al exhibicionismo: no protege su cuerpo, sus afectos, su intimidad, etc. Es la persona que presume y exagera sus éxitos o cualidades pretendiendo ser mejor a los demás. Suele ser vulgar en sus gestos y palabras, lo que se llama una persona corriente.

2. La persona elegante y que cuida de su intimidad, actúa y habla con naturalidad; procura caminar, sentarse, reír y acercarse a la gente de manera apropiada; sabe comportarse con propiedad en todos lados.

• La persona tímida es la que pasa totalmente desapercibida, que suele estar seria y se considera poca cosa, y lo demuestra en el trato callado.

• La persona exhibicionista es demasiado escandalosa en sus gestos, gritos, risas, movimientos, modos de vestir, etc. Es indiscreta, coqueta, y no cuida la distancia, el contacto físico y las expresiones insinuantes.



Cuidado de la salud: La salud se puede definir como el estado de completo bienestar bio-psico-social y en equilibrio con su hábitat que es la naturaleza. Es importante subrayar que no es solamente la ausencia de infecciones o enfermedades. No cabe duda que el factor más decisivo en este nuevo enfoque en el campo de la salud ha sido el que las principales causas de enfermedades y de muertes ya no son tanto las infecciones, sino de las que provienen de conductas y estilos de vida poco saludables por malos hábitos.

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La salud se puede definir como el estado de completo bienestar bio-psico-social y en equilibrio con su hábitat que es la naturaleza. Es importante subrayar que no es solamente la ausencia de infecciones o enfermedades.

No cabe duda que el factor más decisivo en este nuevo enfoque en el campo de la salud ha sido el que las principales causas de enfermedades y de muertes ya no son tanto las infecciones, sino de las que provienen de conductas y estilos de vida poco saludables, por malos hábitos. Hoy casi ningún profesional de la salud duda del impacto de nuestra conducta diaria en la salud y en la enfermedad. En la actualidad hay evidencia más que considerable de que 60% de las causas de la enfermedad radican en la conducta y el estilo de vida de las personas.

Para tener una buena salud es necesario ser una persona moderada, equilibrada, ordenada en sus hábitos de vida. La persona moderada cuida dormir entre 7 y 8 horas por la noche; hace ejercicio o deporte, evita el sedentarismo; se baña diariamente y lava sus manos antes de cada comida y después de ir al WC; se lava los dientes después de las comidas; cuida sus posturas; y toma bebidas naturales, cuidando así su buena hidratación. Esta persona, llena de energía, trabaja sin estar cansada, llega a hacer más cosas con menos desgaste, difícilmente se enferma ahorrándose muchos gastos, está más alegre y supera mejor las dificultades de la vida.

La persona que no cuida su salud es desordenada en su vida, se desvela con frecuencia y anda con sueño todo el día; se la pasa tirada en la cama cada vez que puede, no tiene tiempo ni energía para hacer deporte, llevando una vida más sedentaria; no cuida mucho la higiene ni las posturas que van desfigurando su columna vertebral. Va por la vida cansada sin energía para estudiar, trabajar, o para superar las dificultades de la vida. Es más propensa a enfermarse, a estar irritable y no se aguanta ni ella misma, menos a los demás.

Hay que ir desarrollando una proactividad en la salud que son los cuidados que hay que tener para mantenerla: tener las vacunas necesarias en los niños; seguir los tratamientos médicos; usar casco en las bicicletas, motos o trabajos que lo requieran; respetar las señales de tránsito; evitar usar el celular cuando manejas; cuidar el exceso de velocidad, etc.

Vicios contrarios al cuidado de la salud:

a) Por exceso estaría la maniática de la salud o los hipocondriacos, que siempre se sienten enfermos y exageran en los cuidados de la salud.
b) Por defecto está el irresponsable de la salud.

Los invitamos a visitar en las otras secciones de SVD el apartado de Salud, para que aprendan cómo se adquieren los hábitos que te dan salud, y se hace referencia a mucha información que existe en este tema tan importante.